El
triste canto de Coyote a la Luna
Hace mucho tiempo, cuando el mundo era
aún joven, el cielo era muy oscuro de noche. El Espíritu
Creador que hizo el mundo había hecho
que el sol recorriera el cielo de día, más el cielo nocturno estaba vacío. El
Espíritu Creador escuchó las plegarias de la gente y los animales que querían
poder ver en la noche. Así que llamó a Coyote para que viniera hasta él y lo
ayudara.
Coyote vino y esperó respetuosamente,
con la cabeza inclinada mientras el Espíritu Creador le pasaba una bolsa de
piel de venado amarrada con un pedazo de nervio. El Espíritu Creador dijo a
Coyote que caminara por un determinado
sendero y que abriera la bolsa cuando llegara al punto másalto de éste. Coyote
no debía abrirla ni un minuto antes de llegar a la cima. También le advirtió
que elcamino sería largo y que no tendría descanso durante días y noches. Le
pidió que fuera fuerte.
Coyote tomó la bolsa y se fue por el
camino indicado.
La gente y los demás animales no
estimaban mucho a Coyote, pero él estaba orgulloso de haber sido elegido para
llevar a cabo la misión. Al principio caminó orgullosamente por el trayecto que
se le había indicado con la bolsa colgando de su hocico. A medida que el día se
hacía noche y la noche sehacía día de nuevo, Coyote comenzó a caminar con menos
orgullo, a cansarse, a pasar hambre y también a importarle menos el gran honor
que se le había concedido. Al transcurrir otra noche, la saliva de su hocico
empapaba el seco nervio de venado, de manera que éste comenzó a ablandarse y a
tener gusto a carne. Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, Coyote
masticaba un pedazo de nervio, igual como un cazador en una larga cacería
mastica la carne seca. En poco tiempo el nervio se partió en dos y la bolsa,
del hocico al suelo, cayó. Coyote estaba recién a mitad de camino a la gran
montaña cuando esto le ocurrió. La bolsa al golpear contra el suelo, se abrió.
Salieron volando desde su interior
miles de pequeñas partículas de mica; éstas volaban comomariposas hacia el
cielo nocturno y se establecieron contra el manto de la noche para convertirse
en estrellas. De la bolsa también salió rodando una bola de mica y rodó sendero
arriba hasta llegar al cielo y convertirse en la Luna.
Pero Coyote no estaba en el punto más
alto del sendero cuando la bolsa se abrió, y la Luna no llegó al cielo por el
camino correcto. Por eso, en lugar de recorrer el cielo solamente de noche, la
Luna también a veces aparece de día. Y se mueve de acá para allá, como un
cazador que está perdido, buscando el camino que el Espíritu Creador quería.
Como no merecía la confianza que le
había otorgado el Espíritu Creador, Coyote inclinó su cabeza en señal de
vergüenza. Después miró a la Luna y le cantó una triste disculpa por su falta
de valor.
Hasta el día de hoy, Coyote lleva la
cabeza inclinada y la levanta solamente cuando ve la Luna. Así es, levanta la
cabeza y canta su triste canción de disculpa a la Luna por no llevar la bolsa
hasta la cimadel camino.